Estimado Ministro: después de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires introdujo aguiluchos y caranchos en el barrio de Belgrano (a fin de combatir la sobre población de palomas), estas aves de rapiña se han comido todas las otras especies primero. Por lo cual, han desaparecido gorriones, torcazas, zorzales, vente veo, horneros, etc.
Como estas aves de rapiña no tienen enemigos naturales en la ciudad, los únicos que quedarán son las aves de rapiño.
Pienso que algo tiene que hacer para proteger la vida silvestre del barrio.
¿Por qué es importante?
Evitar la sobre población de insectos y devolver la vida al espacio verde del barrio.