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Para: A la presidenta de la Nación Cristina Fernández y al Gobernador, Daniel Scioli.
Ayuda a callejeros
Estimada Presidenta: Por favor, es necesario que la salud de los animales sea pública, que haya hospitales veterinarios donde una persona pueda llevar a un animal que fue atropellado en la calle, que encontró enfermo, para vacunar o castrar. Es importante sacar a los animales de las calles y evitar que mueran atropellados, por calor o enfermos. Que no sufran, por que al igual que nosotros, sienten.
También el que atropella a un animal, si una persona lo ve tendría que denunciarlo con la patente, y éste debería pagar una multa que cubra la salud del animal que atropelló.
¿Por qué es importante?
Piensen que los animales sienten igual que nosotros. Pónganse en su piel: estar en la calle pasando el verano sin agua y sin comida, sin poder pedir ayuda, porque no tienen voz para hacerlo. Entonces necesitan que nosotros seamos su voz. Necesitan que los ayudemos.
Muchos perros mueren atropellados cruzando la calle, y es lamentable ver cómo la persona que atropella al animal ni siquiera se baja del auto.
El año pasado, a una cuadra de mi colegio, iba caminando y vi como un auto atropellaba a un perro. La persona que iba manejando bajó del auto, corrió al perro (sangrando, con la pata lastimada) del medio de la calle, se subió al auto y siguió de largo. El camión que estaba atrás del auto tocaba bocina para que se apure y ni siquiera le importó que haya un animal herido en medio de la calle. Había, además, cuatro personas que observaron la situación y no hicieron nada al respecto. Yo me acerqué y de la bronca de que cómo las personas pueden ser tan crueles con los animales me largué a llorar. Entré a mi colegio y le conté a la directora. El colegio fue a buscar al perro que seguía caminando sangrando y lo llevaron a un veterinario.
También, este año, murió atropellada una perra que quería mucho que vivía en la puerta de casa desde hace tiempo cuando la abandonaron tirándola de un camión. Se llamaba Wanda. Una vecina intentó ayudarla pero lamentablemente la perra murió. Como es de esperar, el que manejaba el auto, la dejó ahí tirada y siguió de largo. Me dolió mucho cuando llegué del colegio y Wanda no me estaba esperando en la puerta.