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Para: Alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei Fornet
Ayúdanos a salvar al Huerto Comunitario Providencia
Estimada Alcaldesa: por favor, le pedimos que mantenga vivo el Huerto Comunitario Providencia, último huerto urbano de los 15 que solía tener la comuna de Providencia.
Le pedimos que reconsidere su decisión de transformar este huerto en una plaza de hormigón del nuevo CESFAM Dr. Hernán Alessandri. No tenemos por qué oponer "salud" y "vida comunitaria", los dos proyectos: CESFAM y Huerto pueden convivir y trabajar de forma complementaria. En un contexto de calentamiento global y de extinción masiva de la biodiversidad, nuestro huerto proporciona humedad, sombra y frescura a la ciudad además de ser una reserva de biodiversidad.
Por otra parte, nuestro huerto permite mantener vínculos de solidaridad fuertes entre los vecinos, reuniendo una comunidad de más de 80 personas. Es un espacio de aprendizaje de los ciclos de la naturaleza y del cuidado de la vida. En fin, el huerto asegura una función de producción de alimentos.
Nos debemos preparar para un futuro de escasez de recursos y de inestabilidad global. Por lo tanto, ese tipo de espacios es clave para asegurar la resiliencia y la soberanía alimenticia a nivel local. Tenemos que ser pragmáticos y multiplicar las iniciativas de huertos comunitarios desde ya.
Le pedimos que reconsidere su decisión de transformar este huerto en una plaza de hormigón del nuevo CESFAM Dr. Hernán Alessandri. No tenemos por qué oponer "salud" y "vida comunitaria", los dos proyectos: CESFAM y Huerto pueden convivir y trabajar de forma complementaria. En un contexto de calentamiento global y de extinción masiva de la biodiversidad, nuestro huerto proporciona humedad, sombra y frescura a la ciudad además de ser una reserva de biodiversidad.
Por otra parte, nuestro huerto permite mantener vínculos de solidaridad fuertes entre los vecinos, reuniendo una comunidad de más de 80 personas. Es un espacio de aprendizaje de los ciclos de la naturaleza y del cuidado de la vida. En fin, el huerto asegura una función de producción de alimentos.
Nos debemos preparar para un futuro de escasez de recursos y de inestabilidad global. Por lo tanto, ese tipo de espacios es clave para asegurar la resiliencia y la soberanía alimenticia a nivel local. Tenemos que ser pragmáticos y multiplicar las iniciativas de huertos comunitarios desde ya.
¿Por qué es importante?
Somos la Comunidad del Huerto Comunitario Providencia, ubicado desde hace 6 años en calle Infante con los Jesuitas, Ex Centro Cultural Infante 1415. Huerto que la Municipalidad de Providencia pretende cerrar con el pretexto de construir la amplificación del Centro de Salud Familiar (CESFAM). En el espacio donde actualmente se encuentra el huerto, está proyectada una plaza dura, con una gran superficie de hormigón.
La Municipalidad de Providencia repite en sus campañas de comunicación que el nuevo CESFAM podrá atender a casi 30 000 personas y que en nombre del Bien Común tenemos que trasladar un par de plantas.
En realidad, la situación es más compleja. El pasado 11 de enero se nos comunicó informalmente que teníamos 20 días para trasladar nuestro huerto. ¿A dónde? No lo sabemos ya que la Municipalidad, que se había comprometido en diciembre 2019 en encontrar un terreno alternativo, no cumplió con su promesa. Por lo tanto, no se trata de trasladar el huerto sino de destruirlo.
Nadie tiene por qué elegir entre la Salud y la Vida Comunitaria como si esos dos conceptos fueran incompatibles. Queremos aclarar que la Comunidad del Huerto apoya totalmente el proyecto de extensión del CESFAM y cualquier proyecto que permite mejorar la oferta de salud para los ciudadanos. Ahora bien, el nuevo CESFAM no es incompatible con la existencia de nuestro huerto comunitario.
Nuestra comunidad, que cuenta con arquitectos, agrónomos y profesionales de la salud ha formulado una propuesta para integrar el huerto en el diseño paisajístico del proyecto sin que su presencia obstaculice ni la obra edilicia ni el funcionamiento del futuro CESFAM. Los mismos arquitectos del servicio de Salud consideraron nuestra propuesta como totalmente factible, pero la Municipalidad se negó en considerarla.
También queremos recordar que un Huerto Comunitario es un espacio que obra a servicio del Bien Común: crea un microclima, ofrece un espacio de vida para una gran variedad de plantas y animales y participa a la regeneración del suelo. Contribuye promoviendo la seguridad alimentaria local en medio de esta crisis económica. Además de estos servicios eco sistémicos, un huerto comunitario cumple una función terapéutica y de vinculo social, teniendo acceso a vegetales orgánicos resulta una práctica que reduce el estrés y la ansiedad.
En fin, un huerto comunitario es un espacio de encuentro y enseñanza para una gran diversidad de personas e instituciones (hogares de ancianos, colegios, jardines infantiles, etc.…) donde aprendemos no solo a respetar la naturaleza sino también a cuidar los espacios públicos, a usarlos de forma sostenible y a embellecerlos.
Nuestro huerto es una respuesta pragmática a los desafíos que el contexto climático, sanitario y económico está imponiendo a nuestras sociedades. Ese tipo de iniciativas debería ser apoyado y fomentado por los poderes públicos. En lugar de eso, parece que los proyectos comunitarios están condenados a gastar tiempo, recursos y energía en resistir a la presión de nuestros propios municipios que no consideran la voluntad de la ciudadanía al momento de desarrollar un nuevo proyecto.
Tanto el CESFAM como el Huerto Comunitario Providencia son espacios que sirven al Bien Común, la mejor estrategia es dejar que se complementen y trabajen de la mano. Le pedimos a la Alcaldesa Evelyn Matthei y a la Municipalidad de Providencia tomarse el tiempo de analizar de nuevo nuestra propuesta de integrar el huerto al CESFAM.
Le pedimos tener visión a largo plazo y no impedir que los ciudadanos construyan soluciones para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
La Municipalidad de Providencia repite en sus campañas de comunicación que el nuevo CESFAM podrá atender a casi 30 000 personas y que en nombre del Bien Común tenemos que trasladar un par de plantas.
En realidad, la situación es más compleja. El pasado 11 de enero se nos comunicó informalmente que teníamos 20 días para trasladar nuestro huerto. ¿A dónde? No lo sabemos ya que la Municipalidad, que se había comprometido en diciembre 2019 en encontrar un terreno alternativo, no cumplió con su promesa. Por lo tanto, no se trata de trasladar el huerto sino de destruirlo.
Nadie tiene por qué elegir entre la Salud y la Vida Comunitaria como si esos dos conceptos fueran incompatibles. Queremos aclarar que la Comunidad del Huerto apoya totalmente el proyecto de extensión del CESFAM y cualquier proyecto que permite mejorar la oferta de salud para los ciudadanos. Ahora bien, el nuevo CESFAM no es incompatible con la existencia de nuestro huerto comunitario.
Nuestra comunidad, que cuenta con arquitectos, agrónomos y profesionales de la salud ha formulado una propuesta para integrar el huerto en el diseño paisajístico del proyecto sin que su presencia obstaculice ni la obra edilicia ni el funcionamiento del futuro CESFAM. Los mismos arquitectos del servicio de Salud consideraron nuestra propuesta como totalmente factible, pero la Municipalidad se negó en considerarla.
También queremos recordar que un Huerto Comunitario es un espacio que obra a servicio del Bien Común: crea un microclima, ofrece un espacio de vida para una gran variedad de plantas y animales y participa a la regeneración del suelo. Contribuye promoviendo la seguridad alimentaria local en medio de esta crisis económica. Además de estos servicios eco sistémicos, un huerto comunitario cumple una función terapéutica y de vinculo social, teniendo acceso a vegetales orgánicos resulta una práctica que reduce el estrés y la ansiedad.
En fin, un huerto comunitario es un espacio de encuentro y enseñanza para una gran diversidad de personas e instituciones (hogares de ancianos, colegios, jardines infantiles, etc.…) donde aprendemos no solo a respetar la naturaleza sino también a cuidar los espacios públicos, a usarlos de forma sostenible y a embellecerlos.
Nuestro huerto es una respuesta pragmática a los desafíos que el contexto climático, sanitario y económico está imponiendo a nuestras sociedades. Ese tipo de iniciativas debería ser apoyado y fomentado por los poderes públicos. En lugar de eso, parece que los proyectos comunitarios están condenados a gastar tiempo, recursos y energía en resistir a la presión de nuestros propios municipios que no consideran la voluntad de la ciudadanía al momento de desarrollar un nuevo proyecto.
Tanto el CESFAM como el Huerto Comunitario Providencia son espacios que sirven al Bien Común, la mejor estrategia es dejar que se complementen y trabajen de la mano. Le pedimos a la Alcaldesa Evelyn Matthei y a la Municipalidad de Providencia tomarse el tiempo de analizar de nuevo nuestra propuesta de integrar el huerto al CESFAM.
Le pedimos tener visión a largo plazo y no impedir que los ciudadanos construyan soluciones para enfrentar los desafíos actuales y futuros.