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Para: Gobernadora de la Pcia. de BsAs, María E. Vidal e Intendente de La Plata, Julio Garro
BASTA de moscas en La Plata
Estimados Gobernadora e Intendente: en la localidad El Peligro hay unos 42 establecimientos avícolas y según los datos recabados, la mayoría se encuentra habilitado en forma irregular, precaria o provisoria.
Es muy fuerte la presencia de criaderos avícolas, muchos tienen permiso para criar hasta 200 gallinas y tienen miles; lo peor es que nadie los controla y los vecinos tenemos miedo porque además de la incomodidad que producen las moscas pueden transmitir una larga lista de enfermedades.
En una actividad en la que se ejercen pocos controles, los excesos en la producción causan más de un contratiempo para quienes viven cerca o en los clubes de campo que se extienden a lo largo de la ruta.
El guano - deposición de las gallinas- no recibe ningún tipo de tratamiento y cuando es trasladado por los interesados en usarlo como abono no se lo hace en camiones cerrados como está reglamentado.
Los insectos atentan contra la calidad de vida de los vecinos, pero también afecta nuestra salud porque transmiten muchas enfermedades.
El inspector tiene que verificar sólo una cosa importante, entre otras de menor grado: que el productor use el alimento balanceado prescripto por la norma, con lo cual, se corta la cadena reproductiva del insecto.
Es obvio que los inspectores no logran hacer su trabajo como corresponde.
Estos funcionarios y empleados estatales son cómplices directos de una situación que se traduce en enfermedades múltiples que luego deben ser enfrentadas por los profesionales de los hospitales de La Plata, Florencio Varela y Berazategui, en principio.
No es nuestra intención que se pierdan fuentes de trabajo, pero sí garantizar que los protocolos establecidos para esas actividades productivas sean cumplidos y, si efectivamente son cumplidos, que no sean obsoletos.
Es muy fuerte la presencia de criaderos avícolas, muchos tienen permiso para criar hasta 200 gallinas y tienen miles; lo peor es que nadie los controla y los vecinos tenemos miedo porque además de la incomodidad que producen las moscas pueden transmitir una larga lista de enfermedades.
En una actividad en la que se ejercen pocos controles, los excesos en la producción causan más de un contratiempo para quienes viven cerca o en los clubes de campo que se extienden a lo largo de la ruta.
El guano - deposición de las gallinas- no recibe ningún tipo de tratamiento y cuando es trasladado por los interesados en usarlo como abono no se lo hace en camiones cerrados como está reglamentado.
Los insectos atentan contra la calidad de vida de los vecinos, pero también afecta nuestra salud porque transmiten muchas enfermedades.
El inspector tiene que verificar sólo una cosa importante, entre otras de menor grado: que el productor use el alimento balanceado prescripto por la norma, con lo cual, se corta la cadena reproductiva del insecto.
Es obvio que los inspectores no logran hacer su trabajo como corresponde.
Estos funcionarios y empleados estatales son cómplices directos de una situación que se traduce en enfermedades múltiples que luego deben ser enfrentadas por los profesionales de los hospitales de La Plata, Florencio Varela y Berazategui, en principio.
No es nuestra intención que se pierdan fuentes de trabajo, pero sí garantizar que los protocolos establecidos para esas actividades productivas sean cumplidos y, si efectivamente son cumplidos, que no sean obsoletos.
¿Por qué es importante?
No es necesario explicar el número de contagios que genera la mosca tan pronto se posa y levanta en sus extremidades y antena, el flagelo que luego transmite a los chicos, a sus alimentos, a todo lo que más tarde se convierte en distintas patologías.
Los especialistas señalan que la presencia de “moscas domésticas” representan un riesgo potencial como vectores de enfermedades. En ese contexto se mencionaron la influenza aviar, enfermedad viral que puede transmitirse a través de heces contaminadas; salmonelosis; tifus; histoplasmosis; virus aftoso, scherichia coli y parásitos.
Los especialistas señalan que la presencia de “moscas domésticas” representan un riesgo potencial como vectores de enfermedades. En ese contexto se mencionaron la influenza aviar, enfermedad viral que puede transmitirse a través de heces contaminadas; salmonelosis; tifus; histoplasmosis; virus aftoso, scherichia coli y parásitos.