Estimada Gobernadora: los carros tirados por caballos tienen que prohibirse.
Ellos sufren igual que nosotros, sufren el dolor por el lazo de cuero con el que los azotan, están desnutridos, se mueren de cansancio en la vía pública...
Se lo suplicamos Señora Gobernadora, pongámosle fin a esta crueldad.
¿Por qué es importante?
En las clases de equinoterapia, tanto cuando monto como cuando me voy del campo, tengo que ver esa horrible escena, los carros llenos de cartones, diarios, revistas y demás cosas viejas, pero delante va un ser vivo, un animal que tiene los mismos derechos que nosotros.
¡S.O.S stop!
Basta de este maltrato.
Se debe prohibir la tracción a sangre en la provincia de Buenos Aires.
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