Para: Intendente Alejo Chornobroff
Frenemos el ecocidio en Avellaneda
Soy escritor, vivo y trabajo en la ciudad de Avellaneda y escribo para compartir una preocupación cuyas consecuencias son graves y si no se hace algo pronto, los avellanedenses tendremos que lidiar con la depresión, el estrés, la violencia y las enfermedades que deriva de todo eso incluyendo las consecuencias y el malestar que ocasiona la violencia.
Pero no solo vengo a poner en conocimiento sobre este grave problema, sino también incluyo una propuesta para empezar a solucionarlo.
Hace tiempo, investigo el Trastorno por Déficit de Naturaleza (TDN) Observo las consecuencias y efectos que ocasiona en la población.
Hay estudios interesantes como el que salió recientemente en el cual se observa que, los pacientes con acceso a áreas verdes, se recuperan más pronto.
Así mismo, el TDN es una de las principales causas de depresión que, sumado a las presiones e la vida cotidiana, puede desencadenar el sucidio de quien lo padece.
El 50% de la población está estresada, según un estudio de Adecco, con lo cual, las personas buscan cada vez más alternativas para lidiar con ese problema y erradicarlo si es posible.
Se producen grandes éxodos de la ciudad a áreas naturales para descansar porque el ser humano se cansa de vivir en una jungla de concreto y la naturaleza humana pide el contacto con la naturaleza.
Hace dos años, noto que hay cada vez más troncos en la ciudad de Avellaneda. Troncos que se irguen como monumento a la muerte de lo que una vez fue un árbol lleno de vida.
Y no es uno, están por todas partes y recientemente presencié el asesinato de un árbol que no presentaba signos evidentes de peligro para la vía pública.
Ese árbol era lo único natural que podía ver desde el patio de casa. Me encanta salir y escuchar las aves, el viento. Me relajaba entre tanto muro de cemento y el desagradable sonido del tráfico.
Hace dos semanas, la Municipalidad asesinó un árbol que ofrecía sombra, era el hogar de aves e insectos, contribuía a la paz mental, y ayudaba a contener inundaciones (aunque esta calle no se inunda hace décadas)
Realmente, cuando vi a aquel hombre en las alturas, con la sierra, perdí el control. Mi cuerpo colapsó. Escuchar la sierra me alertó pero me quedé estupefacto al ver a un tipo matando a un ser vivo. No podía moverme. Mi rostro surcado por las lágrimas y mis ojos enrojecidos. Entré en shock. Mi cuerpo no respondía, los temblores me hicieron caer mientras los ojos desbordaban de lágrimas. Sentí como un nudo crecía en mi pecho y afectaba mi respiración. Estaba agitado, con taquicardia, mientras veía como aquel precioso árbol desaparecía.
Antes, me sentaba en el patio o incluso en el dormitorio y veía el árbol. En varias ocasiones me levantaba a las 5am para escuchar los pájaros o también al atardecer.
Ahora, solo tengo para mirar cielo y paredes y escuchar el desagradable sonido de la avenida.
Tener un árbol cerca, me ayudaba a silenciar la mente, desconectar y motivarme. Me traía paz.
Yo no soy psicólogo pero estoy experimentando efectos del TDN. Hace semanas tengo insomnio, ya no me despierto temprano. No tengo ganas de trabajar ni de escribir (que me apasiona). Estoy decepcionado de la ciudad de Avellaneda.
No estoy comiendo bien y esto me preocupa porque soy obeso recuperado y tengo miedo que la enfermedad se salga de control.
Le cuento esto para que entienda que, aunque no todos sean conscientes del TDN, a todos nos afecta.
Yo no molesto a nadie, vivo tranquilo, no tenía que caminar lejos a un parque porque salía al patio y ese árbol me llenaba de alegría, pero ahora solo veo cielo y lloro a revivir ese momento desagradable.
Estoy mal, cansado, y pienso constantemente en ese árbol. Ya no salgo porque me hace mal no verlo.
Propongo a usted firmar una ordenanza que detenga inmediatamente el asesinato de árboles que no presentan signos evidentes de peligro a la vía pública. A su vez, los árboles que planeen cortarse, sea con el consentimiento de los vecinos y con evidencia de la peligrosidad para la vía pública.
El municipio debe establecer en su página web los árboles que planean cortarse y el motivo y que la información sea pública.
Además, propongo reemplazar los árboles cortados, por árboles frutales; además de dar sombra y realzar el paisaje urbano, su fruto puede alimentar a gente de la calle o gente de bajos recursos.
El diseño urbano se agrava con los troncos muertos. La ciudad en verano es un infierno y con la crisis energética prefiero la sombra de un árbol al ambiente del aire acondicionado.
Hoy descubrí que, a la vuelta de casa, mataron dos árboles más ¿cuántos más van a morir? ¿Cuánto más el municipio atentará contra la salud mental y el bienestar de las personas?
Pero no solo vengo a poner en conocimiento sobre este grave problema, sino también incluyo una propuesta para empezar a solucionarlo.
Hace tiempo, investigo el Trastorno por Déficit de Naturaleza (TDN) Observo las consecuencias y efectos que ocasiona en la población.
Hay estudios interesantes como el que salió recientemente en el cual se observa que, los pacientes con acceso a áreas verdes, se recuperan más pronto.
Así mismo, el TDN es una de las principales causas de depresión que, sumado a las presiones e la vida cotidiana, puede desencadenar el sucidio de quien lo padece.
El 50% de la población está estresada, según un estudio de Adecco, con lo cual, las personas buscan cada vez más alternativas para lidiar con ese problema y erradicarlo si es posible.
Se producen grandes éxodos de la ciudad a áreas naturales para descansar porque el ser humano se cansa de vivir en una jungla de concreto y la naturaleza humana pide el contacto con la naturaleza.
Hace dos años, noto que hay cada vez más troncos en la ciudad de Avellaneda. Troncos que se irguen como monumento a la muerte de lo que una vez fue un árbol lleno de vida.
Y no es uno, están por todas partes y recientemente presencié el asesinato de un árbol que no presentaba signos evidentes de peligro para la vía pública.
Ese árbol era lo único natural que podía ver desde el patio de casa. Me encanta salir y escuchar las aves, el viento. Me relajaba entre tanto muro de cemento y el desagradable sonido del tráfico.
Hace dos semanas, la Municipalidad asesinó un árbol que ofrecía sombra, era el hogar de aves e insectos, contribuía a la paz mental, y ayudaba a contener inundaciones (aunque esta calle no se inunda hace décadas)
Realmente, cuando vi a aquel hombre en las alturas, con la sierra, perdí el control. Mi cuerpo colapsó. Escuchar la sierra me alertó pero me quedé estupefacto al ver a un tipo matando a un ser vivo. No podía moverme. Mi rostro surcado por las lágrimas y mis ojos enrojecidos. Entré en shock. Mi cuerpo no respondía, los temblores me hicieron caer mientras los ojos desbordaban de lágrimas. Sentí como un nudo crecía en mi pecho y afectaba mi respiración. Estaba agitado, con taquicardia, mientras veía como aquel precioso árbol desaparecía.
Antes, me sentaba en el patio o incluso en el dormitorio y veía el árbol. En varias ocasiones me levantaba a las 5am para escuchar los pájaros o también al atardecer.
Ahora, solo tengo para mirar cielo y paredes y escuchar el desagradable sonido de la avenida.
Tener un árbol cerca, me ayudaba a silenciar la mente, desconectar y motivarme. Me traía paz.
Yo no soy psicólogo pero estoy experimentando efectos del TDN. Hace semanas tengo insomnio, ya no me despierto temprano. No tengo ganas de trabajar ni de escribir (que me apasiona). Estoy decepcionado de la ciudad de Avellaneda.
No estoy comiendo bien y esto me preocupa porque soy obeso recuperado y tengo miedo que la enfermedad se salga de control.
Le cuento esto para que entienda que, aunque no todos sean conscientes del TDN, a todos nos afecta.
Yo no molesto a nadie, vivo tranquilo, no tenía que caminar lejos a un parque porque salía al patio y ese árbol me llenaba de alegría, pero ahora solo veo cielo y lloro a revivir ese momento desagradable.
Estoy mal, cansado, y pienso constantemente en ese árbol. Ya no salgo porque me hace mal no verlo.
Propongo a usted firmar una ordenanza que detenga inmediatamente el asesinato de árboles que no presentan signos evidentes de peligro a la vía pública. A su vez, los árboles que planeen cortarse, sea con el consentimiento de los vecinos y con evidencia de la peligrosidad para la vía pública.
El municipio debe establecer en su página web los árboles que planean cortarse y el motivo y que la información sea pública.
Además, propongo reemplazar los árboles cortados, por árboles frutales; además de dar sombra y realzar el paisaje urbano, su fruto puede alimentar a gente de la calle o gente de bajos recursos.
El diseño urbano se agrava con los troncos muertos. La ciudad en verano es un infierno y con la crisis energética prefiero la sombra de un árbol al ambiente del aire acondicionado.
Hoy descubrí que, a la vuelta de casa, mataron dos árboles más ¿cuántos más van a morir? ¿Cuánto más el municipio atentará contra la salud mental y el bienestar de las personas?
¿Por qué es importante?
No cuidar los árboles nos afectará realmente. En verano potenciará las temperaturas extremas. No habrá suficiente sombra disponible y una leve protección contra la contaminación lumínica y sonora.
Además no habrá herramientas naturales para evitar inundaciones.
Estaremos más propensos al malestar físico y mental, sobre todo en verano, con los cortes eléctricos y estaremos desesperados buscando un ambiente fresco.
Además no habrá herramientas naturales para evitar inundaciones.
Estaremos más propensos al malestar físico y mental, sobre todo en verano, con los cortes eléctricos y estaremos desesperados buscando un ambiente fresco.