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Para: Intendente de Mar del Plata: Guillermo Montenegro
Mar del Plata sin colillas de cigarrillos
Mar del Plata requiere con urgencia un tratamiento adecuado al desecho de las colillas de cigarrillo en los espacios públicos ya que además de contaminar la ciudad, las colillas son arrastradas por las lluvias y los pluviales hacia el mar generando niveles de contaminación inauditos y EVITABLES.
Esta problemática ambiental requiere de un trabajo integral dirigido hacia la comunidad y hacia las autoridades para la toma de conciencia sobre la importancia de generar acciones tendientes a detener esta mala costumbre y el deterioro ambiental que produce. La educación ambiental junto a programas de gestión de residuos tóxicos son ejemplos de acciones concretas a realizar.
Esta problemática ambiental requiere de un trabajo integral dirigido hacia la comunidad y hacia las autoridades para la toma de conciencia sobre la importancia de generar acciones tendientes a detener esta mala costumbre y el deterioro ambiental que produce. La educación ambiental junto a programas de gestión de residuos tóxicos son ejemplos de acciones concretas a realizar.
¿Por qué es importante?
Porque el derecho a un ambiente saludable nos concierne a todos y las colillas de cigarrillo son un asesino silencioso que, hasta hoy, nadie se ha ocupado en gestionar de modo que no genere daño ambiental.
Por donde se mire hay innumerable cantidad de colillas. Está socialmente aceptado el descarte en la vía pública y en espacios como plazas, parques y playas. Una colilla es capaz de contaminar 50 litros de agua debido a los químicos de alta toxicidad que contienen. Debemos tomar conciencia que cada colilla descartada es arrastrada por las lluvias y a través de los pluviales hacia el mar generando niveles de contaminación gravísimos. Este problema es evitable con la adecuada gestión de este residuo tóxico para lo cual es imprescindible la participación de todos los actores sociales.
Por donde se mire hay innumerable cantidad de colillas. Está socialmente aceptado el descarte en la vía pública y en espacios como plazas, parques y playas. Una colilla es capaz de contaminar 50 litros de agua debido a los químicos de alta toxicidad que contienen. Debemos tomar conciencia que cada colilla descartada es arrastrada por las lluvias y a través de los pluviales hacia el mar generando niveles de contaminación gravísimos. Este problema es evitable con la adecuada gestión de este residuo tóxico para lo cual es imprescindible la participación de todos los actores sociales.