500 firmas alcanzadas
Para: Presidente del Concejo Deliberante de Tandil, Dr. Juan Pablo Frolik
NO a la destrucción de los espacios verdes en Tandil
Estimado Sr. Presidente del Honorable Concejo Deliberante de Tandil, los ciudadanos solicitamos:
1) Detener la realización de las obras en la zona del Anfiteatro Municipal, Casa del Deporte y laderas del cerro del Parque Independencia.
2) Volver el predio al estado anterior al inicio de las mismas.
3) Reforestar la ladera y la zona superior del parque en donde hay árboles talados y otros quemados como producto de la pirotecnia arrojada en el espectáculo Tandil Brilla.
4) Informar acerca de las cuestiones referidas al protocolo de adjudicación de las obras a la o las empresas que las están realizando.
5) Evitar próximas intervenciones que vayan en desmedro de los espacios naturales de Tandil.
6) Escuchar y dar respuesta a vecinos con problemáticas similares irresueltas en distintos barrios de nuestra ciudad.
1) Detener la realización de las obras en la zona del Anfiteatro Municipal, Casa del Deporte y laderas del cerro del Parque Independencia.
2) Volver el predio al estado anterior al inicio de las mismas.
3) Reforestar la ladera y la zona superior del parque en donde hay árboles talados y otros quemados como producto de la pirotecnia arrojada en el espectáculo Tandil Brilla.
4) Informar acerca de las cuestiones referidas al protocolo de adjudicación de las obras a la o las empresas que las están realizando.
5) Evitar próximas intervenciones que vayan en desmedro de los espacios naturales de Tandil.
6) Escuchar y dar respuesta a vecinos con problemáticas similares irresueltas en distintos barrios de nuestra ciudad.
¿Por qué es importante?
En las inmediaciones del Anfiteatro Municipal, Casa del Deporte y laderas del cerro del Parque Independencia se ha retirado el sotobosque mediante palas mecánicas, dejando la tierra arrasada. Este sector fue luego cubierto por una espesa capa de polvo de piedra que fue esparcida y compactada por las máquinas, en una amplia zona del bosque de eucaliptos. Esta ladera del cerro cumple una función de “esponja” cuando llueve. Si es reemplazada por polvo de piedra, el agua seguirá cuesta abajo - en lugar de ser absorbida por la tierra y los árboles como estaba ocurriendo y es lo natural- ya que dicho polvo absorbe mucha menos agua, y el cemento tampoco lo hace, causando problemas hídricos en esta y otras zonas de la ciudad.
Asimismo, se cortaron ramas de los árboles del lugar, hasta una altura considerable y se les retiró la corteza que los protege de las acciones externas. Los árboles quedaron rodeados por este material -que se endurece en contacto con el agua-, sin espacio alrededor del tronco y junto a las raíces que permita recibir el riego natural de la lluvia. En algunas partes también se hizo poda indiscriminada y hasta se quemaron árboles.
Pero más allá de lo ocurrido en este espacio en particular y en estos últimos días, en desmedro del patrimonio tanto natural como histórico, nos preocupan las acciones sobre los otros espacios de la ciudad que ya han sido afectados –incluida también la cima del Parque Independencia donde la tala masiva es muy evidente.
Las ciudades que ofrecen calidad de vida no sólo han de tener buenos servicios, mobiliario urbano práctico y unos niveles de polución controlados, sino poner a disposición de los ciudadanos zonas verdes a través de políticas responsables con el medio ambiente. Esas áreas verdes son claves para mejorar la salud de la población, pues actúan como pulmones que renuevan el aire polucionado, al tiempo que relajan y suponen una evasión necesaria para olvidar el hormigón, constituyendo auténticas burbujas de naturaleza que resuman e insuflan vida, especialmente en tiempos de cambio climático con elevación de temperaturas, gracias a la generación de gases de efecto invernadero.
Desde un enfoque positivo, los entornos naturales fomentan la creatividad, capacidades mentales y afectivas, por lo que las zonas verdes urbanas ayudarían a mejorar la longevidad y la calidad de vida de sus habitantes.
Son innumerables los estudios que han concluido la conveniencia de tener árboles cerca del hogar, espacios naturales en los que poder hacer ejercicio, dar un paseo o simplemente sentarse a leer, conversar o hacer cualquier otra actividad.
Los espacios verdes no sólo son lugares perfectos para pasarla bien con amigos/familia, hacer deportes o sólo para tomar aire. Ellos además disminuyen las inundaciones.
Por todo lo antedicho, le reiteramos la solicitud entregada por carta en Mesa de Entradas, con la firma de numerosas personas preocupadas por el cuidado del entorno natural de nuestra ciudad.
Asimismo, se cortaron ramas de los árboles del lugar, hasta una altura considerable y se les retiró la corteza que los protege de las acciones externas. Los árboles quedaron rodeados por este material -que se endurece en contacto con el agua-, sin espacio alrededor del tronco y junto a las raíces que permita recibir el riego natural de la lluvia. En algunas partes también se hizo poda indiscriminada y hasta se quemaron árboles.
Pero más allá de lo ocurrido en este espacio en particular y en estos últimos días, en desmedro del patrimonio tanto natural como histórico, nos preocupan las acciones sobre los otros espacios de la ciudad que ya han sido afectados –incluida también la cima del Parque Independencia donde la tala masiva es muy evidente.
Las ciudades que ofrecen calidad de vida no sólo han de tener buenos servicios, mobiliario urbano práctico y unos niveles de polución controlados, sino poner a disposición de los ciudadanos zonas verdes a través de políticas responsables con el medio ambiente. Esas áreas verdes son claves para mejorar la salud de la población, pues actúan como pulmones que renuevan el aire polucionado, al tiempo que relajan y suponen una evasión necesaria para olvidar el hormigón, constituyendo auténticas burbujas de naturaleza que resuman e insuflan vida, especialmente en tiempos de cambio climático con elevación de temperaturas, gracias a la generación de gases de efecto invernadero.
Desde un enfoque positivo, los entornos naturales fomentan la creatividad, capacidades mentales y afectivas, por lo que las zonas verdes urbanas ayudarían a mejorar la longevidad y la calidad de vida de sus habitantes.
Son innumerables los estudios que han concluido la conveniencia de tener árboles cerca del hogar, espacios naturales en los que poder hacer ejercicio, dar un paseo o simplemente sentarse a leer, conversar o hacer cualquier otra actividad.
Los espacios verdes no sólo son lugares perfectos para pasarla bien con amigos/familia, hacer deportes o sólo para tomar aire. Ellos además disminuyen las inundaciones.
Por todo lo antedicho, le reiteramos la solicitud entregada por carta en Mesa de Entradas, con la firma de numerosas personas preocupadas por el cuidado del entorno natural de nuestra ciudad.