Estimados: solicito que en todas las intersecciones del canal Laja-Diguillín con rutas pavimentadas y caminos rurales, se instalen reductores de velocidad para evitar atropellos de animales. Y también que se construyan atraviesos para fauna, valiéndose de la propia infraestructura del acueducto.
Además, que se reforesten las riberas del canal con flora nativa y se fiscalice permanentemente, previniendo la caza de fauna nativa o la tala de árboles.
¿Por qué es importante?
Porque la fauna nativa ya usa el canal Laja-Diguillín como corredor biológico: es el único territorio de Ñuble con relativa continuidad, ante la brutal fragmentación de su hábitat por las masivas parcelaciones. Y nuestro deber es protegerla de eventuales atropellos.