Estimado Gobernador: por favor, evite que una planta nuclear destruya nuestro futuro.
El pueblo que Ud. gobierna por unos años, hoy le pide que recapacite en la decisión e impida que una planta nuclear se asiente en nuestro territorio. Tenemos naturaleza de una belleza y un valor incomparables, reservas faunísticas declaradas Patrimonio de la Humanidad, que corren peligro al igual que las futuras generaciones.
Estamos a tiempo, le pido que reflexione y piense en sus hijos y en sus nietos... en qué tipo de tierra les va a dejar, ¿cómo va a mirar a los ojos para explicarles que pudo haber evitado el desastre ambiental?
¿Por qué es importante?
De esta decisión depende nuestro futuro y el de las próximas generaciones. Está comprobado en el mundo entero que la energía nuclear producida y sus desechos son altamente contaminantes y perjudiciales para la vida de nuestro planeta y la de todas las especies que lo habitan.