En este mundo en donde parece que nadie se respeta y aunque tal vez sin querer a veces uno se confundió y dijo algo de más o erróneo, se puede comenzar a ver en las plantas lo frágil de la vida y está bueno comenzar a cuidar al menos una. Es conmovedor verla crecer.

Para poder reciclar los desperdicios y producir menos contaminación.

En el barrio se convive con todo tipo de residuos, con la basura. Esto produce enfermedades y proliferación de plagas, particularmente de ratas. En las escuela, como en la que trabajo yo, muchas veces, las chicas y los chicos, relatan su convivencia con estos roedores: encuentran sus excrementos entre la ropa, esa misma ropa, a veces es mordida por las ratas y alguna vez hemos escuchado el relato de alguna niña mordida, o de algún adulto narrando, que a la noche suele ver y oír a los roedores en su humilde casa. Sabiendo además, que las ratas son transmisoras de enfermedades y que por la falta de recolección adecuada, el ambiente está contaminado integralmente, los niños y niñas, como toda la población del barrio, ven vulnerado, entre otros, su derecho a vivir en un ambiente sano.

Porque está alterando el clima y el suelo de mi provincia, que en menos de 18 años, se taló el 77/100 de los bosques nativos, generando inundaciones, terrenos áridos, especies animales y vegetales en peligro de extinción, tala indiscriminada y cursos de agua cada vez más pequeños.

Es muy importante tomar conciencia de que el espacio público lo hacemos entre todos y si bien no está la costumbre de guardar en la cartera o mochila la propia basura - sino por el contrario se ve tan repetidamente con total despreocupación cómo la gente arroja mientras camina o sentada en un medio de transporte botellas, papeles, comida como si fuera la calle un gran tacho. Veo como solución la instauración al menos de tachos, para que paso a paso se erradique el mal hábito.

Cada persona sabe lo que causa el basural a cielo abierto Séptima Región, sólo con recordar los terribles olores que sufrimos creo que basta. No olvidemos que el olor es el termómetro de lo que ahí sucede. Si bien nunca mas recuperaremos "la cañada", no dejemos que la perdamos en su totalidad.

Es importante porque tener menos contaminación nos ayuda a tener un mejor planeta. No sólo para nuestra generación sino también para nuestra descendencia. Cuidar más del hogar (planeta) en donde vivimos habla bien de nosotros.

Tengo 78 años y este es uno de los legados que quiero dejar a mis hijos, nietos y bisnietos. Dejé a mis hijos lo mejor que pude, educación y valores y sé que ellos acompañarán esta campaña. Llevo muchos años de reciclar basura orgánica contando con la ayuda de lombrices que transforman los desechos en humus. Creo que el beneficio sería muy grande si lo hacemos todos.

Por todo lo anteriormente dicho.

Porque contamina un recurso natural, el agua dulce.

La zona sur de la capital se está urbanizando a pasos agigantados, acompañado del un gran crecimiento de los microbasurales que están quedando entre los barrios, con los problemas que ello trae: ratas, alacranes, arañas, serpientes, moscas, mosquitos, perros abandonados comiendo y viviendo ahí, etc. Además de contaminar el medio ambiente y ser causante de muchas enfermedades.

Esto es importante porque en estos momentos planetarios sociales, los alumnos necesitan trabajar los aspectos señalados, además de tener interés con los contenidos, de las asignaturas. Pero los contenidos que están en libros o escritos en cuadernos solamente ya no son suficientes. Es necesario retomar las fuentes del amor, el contacto visual al hablarnos, el estímulo del juego, que a la escuela se vaya a aprender desde el juego. Se les dice a los niños - ya incluso cuando ingresan al jardín de infantes - que allí no van para jugar, si no para aprender! Y muchas veces esto genera que se les anule la gloriosa y valiosa infancia! Además en los Diseños curriculares ni siquiera aparece la palabra AMOR, ni PAZ, como título siquiera. Es necesario rescatar los valores inherentes al corazón, que la educación sirva para manifestar la bondad, los valores, la unidad entre los participantes del juego educacional, la confianza entre padres y docentes. Que la educación sirva para que afloren los valores del corazón, incluso de docentes y padres, además de los niños.