Nuestra solicitud, por lo demás, es afín al espíritu del Plan de Desarrollo Nacional 2014-2018 “Todos por un nuevo país” y refleja de manera plena lo que reza en su artículo 109 cuando consagra que las acciones del gobierno “se orientan a garantizar los derechos constitucionales, la pervivencia y permanencia física y cultural de los Pueblos Indígenas de Colombia, su bienestar, el reconocimiento de la vocación de protección ambiental, sus territorios y el goce efectivo de sus derechos colectivos y fundamentales”. Las comunidades indígenas del Amazonas colombiano, en consecuencia, reclaman con urgencia que en el interior del país se conozcan, respeten, protejan y admiren las bondades de su región. Desde niños, en los colegios y escuelas de nuestro país, se nos ha enseñado la historia de Colombia como si no existiera la región del Amazonas, y como si ésta no tuviera historia. Hoy, más que nunca, la humanidad reclama el reconocimiento y valoración plenos del territorio y las culturas de la Amazonía y de sus etnias, tanto más cuando es un hecho que la Amazonía, que corresponde más del 40% de nuestro territorio, será clave para el futuro de las próximas generaciones. Las etnias indígenas del Amazonas, huelga decirlo, son culturas milenarias sabias: a través de su cosmología y mitología han establecido un equilibrio y una convivencia armónicos con la naturaleza. Es mucho lo que tenemos que aprender de estas culturas: el respeto por la naturaleza, sus códigos de convivencia social, sus culturas, su forma de utilizar las plantas medicinales, su forma de ver la vida, entre muchas otras cosas. Esa es la razón por la cual hacemos esta petición, para que en los colegios y en los proyectos culturales se incluya el conocimiento de nuestra Amazonia como un tema imprescindible desde distintos aspectos: las características geográficas, las culturas, las costumbres, la gastronomía y los episodios históricos más importantes (el vergonzoso e imperdonable genocidio de “la casa Arana”, por ejemplo, con el que prácticamente se acabó con las etnias indígenas bora, okaina, muinane y huitoto). El futuro de las nuevas generaciones dependerá mucho de la Amazonia y la mejor forma de garantizar su conservación partirá del conocimiento de la selva y de sus etnias.

El humedal Gualí cuenta con área aproximada de 1200 ha. lo cual lo hace el humedal de mayor área en la sabana de Bogotá. Además, en este humedal de alta montaña podemos encontrar especies endémicas y que se encuentran en peligro (EN) de desaparecer por la destrucción del hábitat, contaminación y la proliferación de especies invasoras. El Plan de Manejo debe cumplir con lo establecido en la ley, además de proponer acciones de recuperación, restauración, protección y conservación de este ecosistema de gran interés socio-ambiental.

La recuperación de nuestra quebrada es clave: primero, desde el punto de vista ambiental, ya que el vertimiento de residuos industriales ha arrasado con toda la vida del río, en donde hoy hay aguas negras y muerte, hubo antes y podría haber en el futuro incluso una fuente de ingresos debido al senderismo, avistamiento de aves y pesca. Segundo, en cuanto a lo socio-económico, la polución de esta fuente de agua ocasiona problemas de salud a la población aledaña así como una devaluación de sus propiedades, al estar tan cerca de una área ecológicamente deprimida. Recuperar la quebrada es sentar las bases para la construcción de un eje de desarrollo económico unido al ambiental. ¡ES UNA OPORTUNIDAD QUE NO PODEMOS SEGUIR APLAZANDO!

Los humedales son ecosistemas altamente productivos, nos brindan diversos servicios ambientales como el control de inundaciones y erosión, estabilización microclimática, retención de CO2, alberga un gran número de especies de flora y fauna. Estas áreas de importancia ecológica están en grave amenaza y peligro de desaparecer por la excesiva contaminación, la destrucción y pérdida del hábitat.

El ecosistema de páramo de alta montaña es recurso de la biósfera, fundamental para la producción de agua dulce y el equilibrio ecológico, que preserva la vida silvestre de animales y plantas únicas en el mundo. Son nuestras fábricas de agua. Las grandes empresas que producen snacks de papa deben sacar un sello verde y no comprar papas que se producen por encima de los 2.700 m.s.n.m.

Porque insta a los jóvenes a tener una mayor incidencia en la cuestión ambiental, fomentando una mayor participación y conocimiento en el tema, además de garantizar acciones futuras positivas por parte de estos futuros adultos. Acercándose a la juventud a través de sus intereses se los educa y se los aleja de adicciones y acciones negativas. Así se podrá asegurar una ciudadanía unida y más verde.

Es importante para seguir manteniendo y preservando las especies que son propias de nuestras tierras y que forman parte de nuestra cultura. Es importante, ya que vulnera zonas aptas de preservación ecológicas. Otorgar más recursos a distintos sectores, al norte, por Coquimbo - La Serena, ¿cómo es posible que "El Valle del Encanto" nombrada como zona de preservación, sea comprada por Luksic y no exista nadie a cargo físicamente y no se note cuidado alguno, siendo que formó parte importante de de nuestra historia, ya que se encuentran vestigios de antepasados? ¿Cómo es posible que propios trabajadores de CONAF de isla de pascua aleguen porque no tengan recursos para mantener y resguardar elementos significativos de nuestra cultura, como lo son nuestros pueblos indígenas que son ignorados y vulnerados, ya sea mapuches, pascuenses y de todo tipo? Es un problema contingente, real y preocupante que forma parte de nuestra sociedad chilena. HAGAN ALGO.

Es demasiado importante, debido a que las bardas son las que evitan que la ciudad se inunde durante las lluvias y las que mantienen el equilibrio climático. De estar ausentes, estaríamos totalmente expuestos a los fuertes vientos que normalmente pierden gran parte de su impulso al descender por el valle.

Porque es una reserva natural en una ciudad que crece constantemente. Porque la falta de interés y cuidado por parte del municipio, la pone en peligro.

Allí encontramos un espacio que vecinos de todas las edades, sectores sociales y niveles económicos aprovechamos ampliamente, ya sea para descansar, encontrarnos con la familia y amigos, realizar deportes o actividades culturales, desarrollar nuestra creatividad, pasear a nuestras mascotas o simplemente contemplar el entorno natural. En los primeros años de nuestros hijos estos espacios son fundamentales, ya que es el primer contacto que tienen con la naturaleza, una de las formas de sensibilizarse con la misma y de conectarse con el ambiente social y afectivo. Los espacios verdes urbanos preservan la biodiversidad, disminuyen considerablemente el riesgo de inundaciones, purifican el aire y moderan el impacto del calentamiento global de las ciudades. Estos espacios son fundamentales para preservar e incrementar la calidad de vida de los habitantes, tanto en su salud física como mental, porque tiene efectos significativamente positivos en el enraizamiento de la comunidad, la construcción de identidades socioculturales y la sensación de seguridad, como también promueven la conciencia ambiental y la integración social. Ante la puesta en marcha de iniciativas por parte del Gobierno de la Ciudad, de público conocimiento, de apropiarse, parcelar e instalar un espacio educativo y una serie de proyectos inmobiliarios en un predio privado (Tiro Federal Argentino, declarado Monumento Histórico Nacional el 2005) con casi 18 hectáreas de espacios verdes, el Grupo Local de Voluntarios de Greenpeace, se ve obligado a exigir un freno ante esta reducción teniendo en cuenta la importancia del mantenimiento, e incluso el aumento de los espacios verdes en las ciudades. Para ello, nos dirigimos directamente al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para exigirle políticas públicas efectivas que incrementen de forma considerable los espacios verdes de calidad en nuestra ciudad y el fin del proyecto de apropiación y re-privatización del club Tiro Federal. Según estipula la OMS, en ciudades como la nuestra se necesitan unos 10 m2 de espacios verdes por habitante; en la Ciudad de Buenos Aires, contamos con entre 3,6 y 6,2 m2 por habitante. No sólo que no son suficientes sino que necesitamos incrementar de forma considerable los espacios verdes en la ciudad y de manera contraria a estas necesidades, el Gobierno porteño avanza con su reducción. En esa línea, planea reubicar el Tiro Federal para crear un complejo de edificios disminuyendo aún más los espacios verdes que tenemos. El Club no pertenece al negocio inmobiliario, ni a los funcionarios ni a los diputados. Le pertenece a todos los porteños que disfrutamos de ese espacio verde. NO a la demolición y reubicación del Club Tiro Federal. NO a la disminución de espacios verdes. Pedile al Gobierno de la Ciudad que deje de reducir los espacios verdes firmando esta petición. Compartila en tus redes sociales.

El Proyecto de Educación Ambiental “Lasallistas amantes de la naturaleza” en la Institución Educativa Nacional Dante Alighieri del municipio de San Vicente del Caguán, se realiza con el objetivo de mejorar la calidad de vida ambiental y preservación del medio ambiente de la comunidad educativa, ya que presenta problemas de basura, contaminación y manejo inadecuado del agua. Con esto, se persigue dar pautas que contribuyan a mejorar el ámbito socio-ambiental de los estudiantes, teniendo como foco de interés toda la institución y realizando diferentes actividades donde se pueda integrar la mayoría de la población del colegio. La Institución Nacional Dante Alighieri tiene, dentro de su filosofía, la promoción de valores humanísticos, la responsabilidad y el sentido de pertenencia por nuestro “Ambiente Natural”. Además, su misión recalca el respeto por nuestro entorno y la gran responsabilidad que nos atañe, por lo cual este proyecto busca fomentar dentro de la comunidad educativa los valores y las responsabilidades que cada miembro debe tener en cuenta al entrar en contacto con plantas y demás seres inanimados que interactúan en la naturaleza; de quienes recibimos utilidades y beneficios. Se trata de un nuevo entendimiento de las relaciones del ser humano con el entorno: la concepción de la naturaleza, no como una fuente inagotable de recursos a nuestro servicio, sino como un ecosistema frágil que tiene sus propias exigencias que hay que respetar en nuestro propio interés, por lo cual este proyecto pretende pasar además de objetivos psicológicos y didácticos a objetivos y criterios de tipo ecológico.

En el embalse en La Tranca, sector de El Durazno, comuna de Combarbala, 4ta Región acabarán con petroglifos y cementerios indígenas. Además de acabar con la flora y fauna del sector, y la comunidad de El Durazno que lleva más de 300 años viviendo en la zona, siendo este el último pulmón verde del río Cogoti.